La Historia También Puede Ser Divertida

jueves, 30 de julio de 2009

Night at the Museum: Battle of the Smithsonian (Estados Unidos / Canadá – 2009)



Dirección: Shawn Levy.


Guión: Robert Ben Garant y Thomas Lennon

Producción: Michael Barnathan, Chris Columbus, Shawn Levy y Mark Radcliffe.
Dirección de Arte: Michael Diner, Anthony Dunne, Helen Jarvis y Grant Van Der Slagt.
Cinematografía (Fotografía): John Schwartzman.
Edición: Dean y Don Zimmerman.
Música: Alan Silvestri.
Reparto: Ben Stiller (Larry Daley), Amy Adams (Amelia Earhart), Owen Wilson (Jedediah Smith), Steve Coogan (Octavius), Robin Williams (Teddy Roosevelt y Hank Azaria (Kahmunrah).
Género: Comedia, Familia.


Calificación: 3


No encontramos nada nuevo en una historia que pretende enseñar que el conocimiento y lo que se aprende en la escuela puede llegar a ser divertido. Nos topamos con una bola de compinches que una vez más utilizan sus imágenes como comediantes ya conocidos para recrear bromas y situaciones que son muy comunes en las películas cómicas de los últimos años. Por eso vemos a Owen Wilson, Ben Stiller y Robin Williams como los esperábamos, no hay ni una oportunidad en la que el espectador pueda tal vez ser sorprendido con algo de mayor calidad, lo que parece ser relevante es que se unen a este pequeño circulo un selecto grupo de actores que han sido hasta el momento nada valorados y que después de haber visto otros trabajos pueden ser considerados para otro tipo de expresiones cinematográficas más apegado a lo artístico, me refiero a Steve Coogan (24 Hour Party People), Hank Azaria (Huff) y Amy Adams (The Doubt). Este grupo genera un ambiente de fiesta que te va haciendo olvidar las inmensas equivocaciones e incongruencias sobre los personajes y contextos históricos, toda una maraña de elementos y características en los personajes que se asemejan más a una representación disfrazada de personajes que han formado parte de la historia cultural, televisiva y cinéfila de los Estados Unidos, por eso vemos a un vaquero más al estilo de Fonzie (Happy Days), a un emperador romano como un simple compañero al estilo de Robin (Batman), a unos Einsteins como genios locos y parlanchines, extrañamente apegados a la música, a un Al Capone que trata de imitar a Robert De Niro y a un Faraón Egipcio con problemas para darse a entender, eso si con un acento del inglés británico que solo nos hace suponer que fue aprendido gracias a los arqueólogos y exploradores de principios del siglo XX.





La historia también puede ser divertida, es lo que nos trata de expresar Ben Stiller por segunda ocasión. Pero tal parece que se trata de un intento de acercar a los niños al material de este afamado actor, una intención de un padre para que sus hijos puedan interesarse en la escuela y sacar buenas calificaciones. La clásica historia sobre un padre o un maestro que se vuelve un modelo a seguir y que por medio de equivocaciones logra hacer que su hijo lo respete y le introduzca a un camino de bien y con base en la amistad y una moralidad que se ha construido a través de los años principalmente por Disney.



De las cosas buenas que podemos rescatar de esta película es que el público no se cree la idea de que se puede aprender de historia y divertirse un rato tan solo viéndola, no existe un pequeño espacio por la cuál se pueda aprender o por lo menos interesar a los pequeños por la historia, ya que estamos frente a una historia de completa incoherencia y de una comedia que se enfoca hacia los momentos físicos, tipo pastelazos, y no en la sátira o la ironía de los personajes que son representados. Es una odisea de falsa historia, tanto narrativa como académica, y que a pesar de todo tal vez pretendía eso, pero que deja de respetar al mismo público reduciéndolo a una simplicidad y a un nivel de ignorancia que ya es común experimentar en la relación de la sociedad frente a la televisión, pero que es todavía respetada un poco por el nivel artístico de la creación cinematográfica en otras películas.



Otra característica que podemos esperar es la unión y compadrazgo que se tienen los actores dentro de la película, una amistad que irradia una atmósfera divertida en la historia, y que para los seguidores de estas “estrellas de Hollywood” les dotará de sonrisas por sus ya tan conocidas rutinas, más que por la historia en sí. A pesar de todos sus fallos y de sus faltas de respeto a un público, puedo destacar que se encontrarán con algunas risas esporádicas, ocasionadas principalmente por aquellos que de verdad dotan de un sentido cómico a las películas y trabajos donde se presentan. A Owen Wilson lo hemos visto en muy buenos momentos sobre todo con Wes Anderson, y Ben Stiller dirigiendo una buen opera prima, Reality Bites, pero este no es más que dos horas de relajo que utilizaron para demostrar lo bien que se llevan entre sí y con los demás actores, cosa que le fascina al público enterarse de esto, y que no se trata de algo que valdría la pena ver.



De toda obra cinematográfica siempre hay algo que sobresale o que por lo menos no es tan malo dentro de lo lamentable, en este caso el elemento que más me llamó la atención para ir a observar esto fue la inclusión al grupo de amigos de Ben Stiller a la actriz Amy Adams, que ha demostrado ser talentosa en las artes de la interpretación, y que ha recorrido un camino hacia su reconocimiento un tanto extraño, ya que va de las grandes producciones, historias infantiles y comedias simples (como ésta) a obras de autor y con un sentido más independiente, artístico y arriesgado como “Doubt” de John Patrick Shanley con Philip Seymour Hoffman y Meryl Streep y la próxima “Julie & Julia” de Nora Ephron. Es una mención especial a una actriz de belleza clásica y natural, que vale la pena observar en sus distintas facetas y que no es reconocida por la excesiva búsqueda y exposición de una fama sintética y plástica que existe dentro del campo de la mercadotecnia del cine en la actualidad.



Lo Mejor: Por supuesto Amy Adams como Amelia Earhart, aunque su interpretación tal vez sea olvidada por el próximo estreno de Hillry Swank en un Biopic (película biográfica) sobre este mismo personaje que representa valentía y oros valores de la historia norteamericana con enfoque de género.


Lo Peor: Ben Stiller siendo como es siempre no hace reír por el mismo, eso si sabe reunirse con otros personajes de Hollywood para hacer pasables y hasta buenas comedias, y si no me creen recuerden a Robert De Niro y Dustin Hoffman en “Meet The Fockers”, o Robert Downey Jr. y Nick Nolte en “Tropic Thunder” y en esta película a la bella Amy Adams.

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