¿Quién no quiere ser Famoso o Millonario?

viernes, 29 de mayo de 2009

Slumdog Millionaire (Gran Bretaña - 120 Mins.)



Dirección: Danny Boyle / Lovellen Tandan (Co-Director - India).
Guión: Simon Beaufoy, Basado en la novela de Vikas Swarup.
Producción: Christian Colson.
Cinematografía (Fotografía): Anthony Dod Mantle.
Dirección de Arte: Abhishek Redkar.
Reparto: Dev Patel, Freida Pinto y Madur Mittal.



Viendo la nueva película del afamado director británico Danny Boyle “Slumdog Millionaire” inmediatamente me viene a la mente ese gran deseo que tiene casi todo ser humano del planeta inmiscuidos en una sociedad moderna, en donde la mayoría vive con la idea permanente de una mejor vida, comparándose constantemente con personajes del cine, la televisión o la farándula, como se ha llamado en los últimos años. No sé si esta noción de la vida contemporánea sea un resultado del post-modernismo o s es un efecto claro de la globalización en una transformación de la idea de la felicidad sintética que ha creado occidente sobre lo que ellos llaman “fama y fortuna”.

La película me parece que fue realizada de manera excepcional, la combinación entre la forma dinámica y vertiginosa de realizador como lo es el estilo de Danny Boyle (Véase Trainspotting y A Life Less Ordinary) en conjunto con una forma cultural de hacer cine tan única como lo es Bollywood, tal como se le conoce al cine hindú de los últimos años, aparece de manera muy interesante, una mezcla de sonidos, colores y hasta olores nos deleitan.




Una mezcla de sentimientos me llegaron al verla, si bien trata de manera muy local un problema de pobreza, sobrepoblación y diferencias culturales y religiosas, creo que el problema central tiene un carácter global: la marginación de niños pobres en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo como lo es la India y nuestros países latinoamericanos se ha tratado a lo largo de la historia del cine, de este tema podemos exponer grandes ejemplos como la obra maestra de Buñuel “Los Olvidados” o más recientemente la ráfaga violenta de Meirelles en “Cidade de Deus” (Ciudad de Dios). Aunque a diferencia del filme de Buñuel, Slumdog Millionaire trata a la cultura local desde una perspectiva occidental o de cómo occidente a través de un elemento tan poderoso como lo es la televisión, nos describe de forma casi hasta folklórica características que nos son fácilmente reconocibles, pero que desde una visión objetiva pueden contener una serie de contradicciones.

La violencia es un elemento fundamental en la película, y aunque simbólicamente puede ser representado de manera universal, aquí recae en un elemento principal, es simbólico por que representa la diferencia cultural con nuestra realidad, a la vez que occidente trata de imponer su sentido social y moral, y es físico por que repercute en las relaciones sociales de los personajes principales en los cuáles se pueden pensar como una representación de la vida en el tercer mundo, se la India, África, Asia o Latinoamérica. Los niños, personajes principales de esta historia están envueltos en una espiral de violencia y abuso, pero es aquí donde el elemento hollywoodense, encontrando el elemento común en el amor, sea fraternal o de pareja, el hermano mayor encuentra su conciencia a través de una retrospectiva obligada por el amor a su hermano y el otro sigue un camino moralmente correcto (occidentalmente ideal) por el amor a su compañera de toda la vida.


Esta película tiene un valor mucho mayor debido a que resalta una anomalía que representa la desigualdad de las sociedades actuales, la falsa idea de que se puede salir de la pobreza y del malestar social mediante programas de televisión o de oportunidades para convertirse en alguien famoso y millonario (un ejemplo muy claro es la comunidad afroamericana en Estados Unidos con respecto a la música rap/hip hop y el deporte profesional). La romántica idea de que con tenacidad, perseverancia y buena voluntado el éxito esta preparado para quienes lo merecen, esto es un idea falsa de progreso dentro de las sociedades actuales y desiguales. Una forma de apaciguamiento de las grandes masas que viven este aparente éxito representado en Jamal, personaje principal. El cine como el televisor construye símbolos del ideal ciudadano moderno y occidental, y esto es lo que significa Jamal como participante del programa de televisión “¿Quién quiere ser Millonario?”, un símbolo disfrazado de resistencia e identidad cultural pero bombardeado con ideales provenientes de Hollywood y todo lo que esto significa como lo es el amor, la lealtad y la familia.

Tal vez por esto haya ganado el premio Oscar, o tal vez por que de verdad es una película extraordinariamente bien hecha, una mezcla entre un formato independiente y de gran estudio, un trabajo de calidad de un ritmo frenético que recuerda muy bien a los grandes maestros, realizadores que tratan sobre fluctuaciones culturales como Martín Scorcece. Sin duda es una película que hay que ver, con sus críticas sociales y con sus convencionalismos sentimentales, es una joya que combina dos formas de hacer cine, aunque no nos vayamos tan lejos, es penas un acercamiento y una apreciación de occidente sobre una forma de expresión artística como lo es Bollywood, y al fin y al cabo que mejor forma de acercarse que utilizar un deseo que ya es casi universal en un mundo casi globalizado por la tecnología, al fin y al cabo ¿quién no quiere ser famoso o millonario?