State Of Play (Estados Unidos / Gran Bretaña / Francia – 2009)
Dirección: Kevin Macdonald.
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Andrew Hauptman y Eric Hayes.
Dirección de Arte: Richard L. Johnson y Adam Stockhausen.
Música: Alex Heffes.
Edición: Justine Wright.
Reparto: Russell Crowe (Cal McAffrey), Ben Affleck (Rep. Stephen Collins), Rachael McAdams (Della Drye), Helen Mirren (Cameron Lynne), Robin Wright Penn (Anne Collins), Jason Bateman (Dominic Foy) y Jeff Daniels (Rep. George Fergus).
Género y Temas: Drama, Suspenso policiaco y Periodistico, Thriller Político, Conspiración Corporativa.
Estamos hablando de los juegos que se dan dentro del poder político en los Estados Unidos y que son muy similares en todo el mundo, las relaciones que se dan por conveniencia y las coincidencias que giran en torno de un beneficio del capital y que esconden un proceso oscuro de empresas e intenciones demonizadas. La búsqueda de la verdad para lograr comprender tales relaciones ha sido el objetivo “utópico” del periodismo de nuestros años. En el cine a esta búsqueda se la han agregado efectos especiales de persecución y acción que idealiza el papel del periodista dentro de la sociedad, se han auto-nombrado los portadores de la verdad y la inquebrantable honestidad. El cine ha idealizado al periodismo tal y como lo hizo en su momento con los policías y hombres de justicia, son la nueva institucionalización de la justicia por medio del aparente poder civil, que se desvanece al recordar que ellos mismos y los medios de comunicación son controlados por los agentes que tratan a los que tratan de destapar sus crímenes.
Dentro de la estructura policíaca y periodística de este género de cine me he encontrado con una vertiente que habla mucho sobre este campo de lo corporativo, y sobre todo con una memoria colectiva en proceso que ha absorbido ejemplos como lo de ENRON o actualmente con GM y los bancos en todo el mundo. La conspiración corporativa al igual que otro tipo de conspiraciones (la más representadas en el cine son las que están relacionadas con la vida extraterrestre) esconden todo un proceso complejo que tiene como finalidad el poder y el beneficio de unos cuantos a costa de la sociedad en general, rompiendo con la moralidad y la justicia que en la superficie aparentan seguir. Debido a este juego o procesos sociales, nos encontramos que dentro de las historias Hollywoodenses los personajes juegan como agentes dobles, no siendo la excepción la película de Kevin McDonald. La idea de que todos mienten y de que todos ocultan algo se va construyendo y revelando en un proceso narrativo muy parecido a un esquema “Houseriano” (véase “House, M.D., Serie de Televisión). Russel Crowe, Ben Affleck y Rachel McAdams se mueven a través de la búsqueda y de ocultar la verdad para construir toda una nueva a su beneficio, nunca hacia la objetividad idónea del periodismo o de la política.
Hay un elemento que me parece muy interesante como proceso y elemento social de los últimos años en el mundo. Se trata de un temor y de una dirección de los gobiernos hacia la militarización de la sociedad con el pretexto de mantenerla a salvo de grupos antagónicos al poder establecido (en México es muy evidente con la lucha en contra del Narcotráfico). Dentro de la película nos encontramos con este elemento de temor hacia las fuerzas armadas dentro de su territorio, las cuáles están diseñadas para obedecer y ser dirigidas por el poder, en otras palabras son el brazo derecho de la perpetuación de la estructura estatal. En este caso se observa el proceso de privatización de la seguridad, algo muy peligroso ya que le otorga la justificación y legitimación dentro de la reestructuración de las relaciones del Estado, el capital y la sociedad civil.
Me parece muy acertada la analogía del director de la historia con el caso de Watergate que terminaría con el mandato de Richard Nixon, y que no es muy difícil de encontrar ya que el lugar en donde gran parte de la verdad es revelada es en el mismo hotel. Me parece que la relación del poder político y económico ha encontrado en el periodismo y los medios de comunicación una poderosa herramienta que le permite jugar de manera pública en los procesos de institucionalización y legitimación de la imagen política, se ha utilizado el término de periodismo como sinónimo de honestidad, algo que en un análisis un poco más detallado se puede demostrar que esta muy alejado de lo real. El periodista se ha confundido en una relación con la sociedad de héroe y de conocimiento, siendo que bailan al mismo ritmo que los poderosos, y que muchas veces son parte del mismo organismo. La revalidación constante que se hace el periodista de su misma mitificación funciona de la misma forma para el político, el idealismo del periodismo se pierde en su propia esencia. Me inclino más por el pensamiento crítico que nos guía a entender a los personajes, tanto ficticios como reales, que son medios para un fin, y no un fin en específico, el fin fe la “verdad” y el de la “realidad”.
Lo Mejor: El reparto y la dinámica de Kevin Macdonald, hace que la película, de una historia ya conocida sea más llevadera.
Lo Peor: La misma historia en donde la dualidad enttre lo bueno y lo malo se presentan desde el principio, y donde ya sabemos quienes deben ganar aunque así no sea. También la mitificación del periodista como el juez social, proceso que no me gusta debido a que representa un nuevo esquema de poder una vez más transformado y maquillado por medios tan poderosos como la televisión y el propio cine.
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